Querido diario:
¡Menudo día más agotador! Pensaba que íbamos a ir directos a Hogwarts, a ver todos sus rincones y descansar en nuestras habitaciones pero no, no ¡para nada! Mientras nos conocíamos todos los alumnos de primero, ha llegado el guardabosques Hagrid y, claro, nos ha llevado al Callejón Diagon a comprar todo el material que necesitamos.
La primera parada ha sido en Gringotts, para coger nuestros galeones. Sí, es cierto lo que dicen de que son unos seres bastante serios pero al menos Madame Rosmerta había abierto ya el Caldero Chorreante. Bastante más simpática que esos duendes aunque un poco desastre. Que si no sabe dónde guarda las cosas, que si te doy sin querer una poción que te hace tener pequeños espasmos… estaba todo el bar partido de risa.
Hemos comprado todo lo que necesitábamos en Flourish & Botts y hemos ido a por nuestra propia varita a la tienda de Ollivander. Nos ha dejado personalizarla y, por suerte, podremos estrenarlas mañana en clase. Pero lo más impresionante de todo es que he podido ver al mismísimo Gilderoy Lockhart. Hay quien dice que es un falso pero se ha parado a hablar con todos nosotros y a firmarnos autógrafos.
Y trás conocer a tanta gente, directos a Hogwarts. En el Gran Comedor estaban la extraña Trelawney, el cara seria de Snape, la elegante McGonagall, la amable Pomona y, por supuesto, Albus Dumbledore, el director. Será un gran mago y todo lo que quieras pero suelta unos discursos soporíferos. Entre él y el Sombrero Seleccionador con su canción, yo estaba de los nervios por saber en qué Casa me seleccionaban y conocer a mis compañeros de curso por fin.
La ceremonia ha sido muy emocionante pero lo verdaderamente bueno ha llegado después. Para conocer todas las Casas de Hogwarts, nos hemos dado un paseo por sus salas comunes y hemos pasado una serie de pruebas. En Hufflepuff, casa del compañerismo, hemos tenido que hacer equipo para superar los desafíos; en Ravenclaw, lugar de la inteligencia, nos esperaban una serie de acertijos; en Slytherin, donde se encuentran los ambiciosos, hemos conocido a las mejores celebridades del mundo mágico; y en Gryffindor, como valientes que son, nos han hecho enfrentarnos a desafíos escalofriantes.
Lo más extraño ha sido que, entre todos, hemos ido encontrando las instrucciones de elaboración de la poción multijugos, que por lo visto sirve para transformarte en otra persona. Supongo que Hogwarts es muy grande y es muy complicado tenerlo limpio del todo ¿no? No creo que sea nada importante.