Querido diario:
Por fin un día tranquilito. Se acabaron las clases, se acabaron los líos. La verdad es que ha sido una semana de locos ¡Y la de cosas que no he puesto en este diario! Hay cosas que es mejor compartir en persona en la tranquilidad del hogar.
Bueno, tranquilidad… si es que hay. Hoy nos han dado las notas de todas las clases que hemos tenido durante la semana y bueno, digamos que desearía ahora un hechizo que sirviese para falsificar las notas.
También nos han entregado la copa de las casas y la casa ganadora ha sido… ¿sabes qué? creo que esto también es mejor compartirlo en persona. Aun así, estoy asombrado con el desempeño de todas las casas.
En fin, ha sido un gran día para ponernos al corriente de todo lo que ha ocurrido durante la semana y conocernos mejor, lejos del estrés que supone ir a clase con un basilisco dando vueltas por los pasillos. Ahora tener clase con Snape no me parece tan grave.
Finalmente, hemos tenido una fiesta de despedida. No sé muy bien si era porque se acababa el curso, para celebrar que no nos ha comido ninguna criatura mágica o porque hemos derrotado a los malvados, pero una fiesta siempre es bien recibida.
Bueno, la entrada en el diario de hoy no ha sido especialmente larga pero es que ya no me queda mucho para volver a casa. Y aunque sí, he comprobado en primera persona eso que dicen de que Hogwarts es un lugar mágico, la verdadera magia es compartir historias como esta.
Campamento Mágico – Día 5
Querido diario:
Parece ser que Umbridge no mentía ayer. Han llegado las represalias. Con ayuda del Ministerio, o eso ha dicho, ha conseguido colar a unos nuevos profesores en el colegio con el objetivo de “mantener el orden y sanear los errores cometidos” (léase con voz de pito). Las nuevas incorporaciones eran los hermanos Carrow y un tal Evan Rosier. No me sonaban esas personas de nada pero parecía que estuviesen haciendo un concurso de caras cabreadas.
Y si un basilisco no fue suficiente excusa y la alerta de mortífagos tampoco, la llegada de nuevos profesores es menos motivo para suspender las clases. Hoy hemos tenido Adivinación, Entrenamiento de Quidditch y Estudios Muggles.
Adivinación ha sido tan rara como la profesora Trelawney. Que si se pueden hacer profecías con cartas, que si se pueden hacer con posos del té, con la forma de los respaldos de las sillas… A esta mujer le enseñas una pared lisa y la tienes entretenida horas. Además ha querido que hagamos una predicción entre todos, sincronizando nuestro Ojo Interior. He adivinado antes de hacerlo que el resultado iba a ser desastroso y así ha sido, pero al menos nos hemos reído bastante con las predicciones locas que han salido.
La clase de Quidditch me ha confirmado que en Hogwarts quieren amortizar su enfermería. Entre acercarse el otro día al Sauce Boxeador, las pociones explosivas de Snape y ponernos hoy a jugar con Bludgers de verdad… Pero bueno, no ha habido ninguna catástrofe que lamentar. Ayer aprendimos del mejor y eso se nota, aunque yo he confirmado que en realidad se me da mal el Quidditch, no me vale la excusa de que estaba distraído ayer.
Y si estas clases estaban abocadas al desastre, peor ha sido Estudios Muggles con la propia Umbridge. Ha estado más tiempo rectificando nuestra vestimenta que dando clase. Y cuando ha empezado no ha sido mucho mejor. Nos ha hablado de lo peligrosos que son los muggles y cuál es la mejor forma de acercarse a ellos, manteniendo siempre una distancia de seguridad.
Terminadas las clases, hemos tenido un día de peligro absoluto. Como Umbridge, para sorpresa de nadie, estaba aliada con Lucius, le ha dejado entrar en el castillo para que pudiera conseguir las partes que faltaban de su plan. Todo lo que ha pasado durante la semana había sido un plan para conseguir un diario que perteneció a Quien-No-Debe-Ser-Nombrado y resucitarlo.
Por suerte, todos los alumnos y profesores de Hogwarts nos hemos unido para combatir la amenaza y, después de momentos de mucha tensión, hemos conseguido destruirlo y parar el peligro.
Por fin parece estar todo tranquilo, a pesar de todos los sustos que hemos tenido. Aunque ahora, en estos momentos de paz, me surgen un montón de preguntas: un diario para resucitar a una persona ¿qué locura es esa? ¿podrán algún día resucitarme a mi con este diario? ¿qué clase de colegio guarda un basilisco dentro? y ¿qué clase de profesores esperan que sus alumnos de primero arreglen todos los problemas? Menuda locura de semana.
