Querido diario:
Lo primero que han hecho hoy nada más despertarnos ha sido contarnos que lo de ayer era un basilisco suelto ¡UN BASILISCO! ¿Pero cómo me despiertas con estos sustos? Así que nada, ahora tenemos que ir todos en grupos vigilados a todas partes y, por lo que parece, un basilisco suelto no es excusa suficiente para saltarse las clases. Hoy hemos tenido Cuidado de Criaturas Mágicas, Pociones y Encantamientos. En Pociones hemos hecho… bueno, hemos hecho pociones, claro. Pero como al profesor Snape le gusta hacernos sufrir (los profesores no pueden leer los diarios, ¿verdad?) nos ha separado en grupos y nos ha hecho competir para ver quién hacía la mejor poción. Y si eso no fuera suficiente nos ha puesto trabas: hacer parte de la poción con los ojos vendados, usar solo una cañita para la elaboración… ¡hacer la poción con las manos atadas! Seguro que podía haber explotado algo ¿pero qué pretende este hombre?
En Cuidado de Criaturas nos hemos inventado nuestra propia criatura. Alguno (yo no, yo nunca haría eso, solo lo cuento y espero que diciendo que no soy yo no quede sospechoso) ha preguntado si Filch valía como criatura y ha sugerido que, como ahora está petrificado, será un buen modelo para dibujarlo. Parece que a Hagrid no le ha hecho tanta gracia como pensaba y me ha castigado después de clase.
Al final, en Encantamientos, hemos dado un montón de hechizos de transformación. Durante la clase alguien ha sugerido que Filch, debido a su nuevo estado, podría ser una buena diana para practicar. No, a la profesora Tonks tampoco le ha hecho gracia. Sí, esa persona vuelve a estar castigada después de clase.
Por la tarde han venido miembros de la Orden del Fénix a enseñarnos algunos hechizos de defensa, supongo que porque estaban celosos de la clase de ayer de Gilderoy. Lo bueno es que ahora ya sabemos lanzar ventus, depulso, incarcerous y aguamenti. No está mal para ser alumnos de primero.
Ya por la noche por fin hemos tenido algunas respuestas, aunque no ha sido fácil obtenerlas. Hemos tenido que interrogar a los profesores y a los miembros de la Orden del Fénix pero había algo que no encajaba. Alguno de ellos mentía seguro, lo difícil ha sido contrastar todas sus coartadas.
Nadie se lo esperaba, resulta que Molly Weasley era la mentirosa. Bueno, no Molly, Molly, en realidad era Lucius Malfoy, que al principio se había tomado una poción multijugos para hacerse pasar por Hagrid pero, cuando le descubrimos con la pierna herida, se cambió a ser Molly parar evitar sospechas. Ha sido una suerte tener a Minerva por ahí, que ha conseguido echar a Lucius del colegio y ha escapado agarrado a un cuaderno. ¿Será su propio diario? ¿Recetas de cocina? En fin, no creo que volvamos a verlo siendo que estamos en Hogwarts, el lugar más seguro de los lugares seguros.
